Desde un fracaso escribo

 La poesía de la generación del medio siglo ha ido quedando intencionadamente reducida a media docena de nombres que, siendo todos ellos muy valiosos, no dan del amplio espectro de la escritura de la época ni de la mucho más amplia nómina que la compuso, la produjo y la integró. La obra poética de José Luis Tejada participa de los rasgos generacionales del 50, pero con significativas diferencias que explicitan su singularidad. La primera de ellas es su idea del lenguaje como habla más que como lengua, que Tejada interpreta y asume al modo de Lope y en la línea de la lírica popular; la segunda es el tono moral, que Tejada entiende como testimonio, por un lado, y como compromiso ético por otro, aunque, en su caso, ambos traducen una visión transcendente y cristiana que lo aparta del grueso de su generación. Pero su concepto del poema, el proceso del mismo y la manera de articularlo en libros como Razón de ser o Cadáver del alba lo emparentan directamente con la poética de su generación, con respecto a la cual describe una interesante desviación del paradigma. Desde un fracaso escribo es una antología esencial de su obra que muestra tanto sus rasgos distintivos como su evolución, y que descubre a un poeta de variados registros, dotado, más que de una maquina retórica, de un profundo sentido del hecho de vivir, que es lo que su voz amorosa, doliente y metafísica demuestra.
 
Jaime Siles.